martes, 8 de enero de 2013

31 Días Que Han Volado

Seguimos de buen humor, pese a todo, pese a los fallos, pese a pensar una vez más que cuanto mejor quiero hacer las cosas peor me salen, pero seguimos de buen humor, y eso es muy importante.
Después de ese momentazo hiper romántico en el que mi Reina me pidió salir y yo se lo pedí de vuelta a ella, si tenemos en cuenta que eso fue por la noche, al "día siguiente" habíamos quedado con Taly, para celebrar nuestros cumples, con algo de retraso, pero bueno, las cosas buenas se hacen esperar y cada vez entiendo más esa expresión. Llegamos para la hora de comer, un tanto tarde, pero bueno, por suerte Taly me conoce bastante bien, y al ver que le llamaba desde un teléfono que no era el mío para decirle que iba ya para su casa entendió que iba acompañado, y gracias a eso había comida para ambos, fallos de fábrica que por suerte ella previene siempre. En teoría iba antes para ayudar a preparar las cosas, pero como ya estaban con la tarta y no querían que la viera, fue mi Reina quien ayudó en mi lugar, todo iba genial, la tarde se pasó genial entre risas, anécdotas, viejas historias, algunas más nuevas,  juegos, y buena compañía, tras la cena seguimos de buen rollo. Después de todo, cuando todos se fueron, nos quedamos para ayudar a recoger, pero ni eso nos quedó, así que, estuvimos de cháchara un buen rato, he aquí mi primer fallo, dejar completamente en un asqueroso e inmerecido segundo plano a mi Reina. Obviamente trajo consecuencias, cuando me lo dijo quería que la tierra me tragase y jamás me escupiese, ¿cómo había podido hacer algo así? y ya me remató que me pidiera que la dejara ir sola a casa, no podía dejar que eso pasara, no me perdonaría que en el trayecto le pasara algo, podía asumir el resto de consecuencias, el resto de castigos que tuvieran que caerme, pero dejar que se fuera sola y que hubiera una enorme posibilidad de que le pasara algo ni en sueños. A día de hoy debo reconocer que aún no se cómo conseguí convencerla no sólo de que me dejase llevarla a casa, si no de que me permitiera demostrarle que si me cuentan mis errores intento aprender de ellos, pero debo confesar que mi alegría al volver a besar sus dulces y tiernos labios no tenía precio.
Realmente, puede parecer que nuevamente soy pesimista por qué lo que más me ha marcado durante este mes han sido mis fallos, pero realmente pienso que más que eso es que me ha hecho sentir tan bien que no he podido asimilar aún el paso del tiempo, solo puedo describir este mes como un viaje hacia una adicción inevitable, una adicción que no te deja escapar, sentir sus brazos rodeándome por las noches cuando compartimos cama, cama que tanto de 2x2 como de 90 nos es más que suficiente para fundirnos en uno, irrelevante el tamaño de la cama, la ubicación, lo único importante en ese momento es de quien son esos brazos que me abrazan, y son los suyos, los que me estremecen, los que me erizan la piel, los que me provocan esa sensación de bienestar que tanto hacía que no notaba, por no decir que realmente no recuerdo haberme sentido así antes.
Descubrir que puedo sentir ese gran instinto protector que siento por mi Protegida por alguien más ha resultado ser tan preocupante como agradable, sobretodo si tenemos en cuenta que esta vez, no ha resultado un error enamorarme de la persona por la que siento ese instinto. Cada vez que la miro a los ojos, cada vez que furtivamente la observo cambiarse de ropa, o simplemente mientras duerme y se acurruca entre mis brazos, siento que nadie, jamás, al menos en mi presencia, nadie le hará daño.
Hace pocos días, mientras ella hacía algo queme produce una sanísima envidia, yo fui a ver a Taly, y justo en ese rato, me mandó un mensaje que me dejó helado, "Tenemos que hablar, y no es bueno". Esas palabras nunca me han gustado, pero si encima les acompañan las de "y no es bueno", eso significa tranquilamente que puedes echarte a temblar, por que la cosa pinta mal no, peor. Un nuevo fallo, algo inocente para mi, dicho sin ninguna maldad, ni intención alguna, gasté una "broma" a una conocida, que fuera de contexto podía entenderse muy, muy, muy mal, y para variar, no supe verlo, en consecuencia, no lo sopesé lo suficiente, algo tan inocente para mi, provocó que mi Reina se sintiera traicionada, ¿cómo reaccionar ante eso? ¿que puedes hacer cuando no quieres dejarle ver que te das asco a ti mismo, que no opinas como ella, que no crees haberla traicionado, pero que no toleras el haber cometido ese error? lo único que se me ocurrió fue dejarle ver que cualquier penitencia sería asumida, otra vez (me repito más que el ajo). Obviamente, la situación provocó que eso no fuera suficiente, me hizo un regalo, cuando se despedía me permitió hacer lo que más quisiera hacer en ese momento, le pregunté si traería consecuencias lo que yo hiciera, ya que en mi opinión no me daría una bofetada por que no es su estilo, pero podría enfadarse aún más si cabe, y no quería que eso pasara, me dijo que sin consecuencias. La abracé con todas mis fuerzas, me disculpé por enésima vez, (volviéndome a repetir más que el ajo) y acabamos fundiéndonos en un beso. Una nueva oportunidad, que poco duró, al día siguiente se quedó sola con mí perro, y no le expliqué cómo tratarlo, que procedimiento seguir si alguien llamaba al timbre, y por culpa de mi descuido la mordió 2 veces, nuevamente quería que la tierra se abriera bajo mis pies, me enterrase, me encerrase en lo más profundo y tirara la llave para que jamás me dejasen escapar, conseguí convencerla para que no se fuera, pero al día siguiente un nuevo fallo. Toda mi vida mi madre me ha dicho que tengo que tener cuidado con sus cuchillas de depilación, con sus heridas, por que contrajo la hepatitis c hacía varios años, del mismo modo siempre me había comentado que el peligro era ella, ni mi hermana ni yo éramos peligrosos, pero un momento de duda hizo que me recorriera el pánico todo el cuerpo al pedirme mi Reina prestada mi cuchilla para depilarse, cuando le dije que me dejase cambiarle el cabezal, ella me preguntó si por mí o por ella, y le dije que por ella, ella reaccionó usándola, y yo al no verlo, le comenté el problema materno que sufría, obviamente su cara se tornó blanca, a nadie le gusta la idea de contraer una enfermedad de ese tipo. Nuevamente un golpe de suerte me salvó, que mi madre me confirmara que contrajo esa enfermedad años después de traerme al mundo, cuando se lo conté nos fundimos en un beso, se le iluminaron los ojos como al enfermo al que le corrigen un diagnóstico terminal por un ligero catarro.
Hasta el día de hoy sólo tengo una pega que poner a esta relación, no se como va a acabar, por que soy incapaz de determinar cuanto la quiero, por que la quiero, por que me duele alejarme de ella, por que no concibo seguir en el mundo sin ella, y eso me da un miedo terrible, ya que puede provocar tanto que jamás me canse de ella como que jamás sepa hasta dónde puedo llegar, y no saber el fin, me mata, aunque realmente, ese aspecto me preocupa más bien poco, prefiero seguir disfrutando de esa sensación de paz y alivio cuando la tengo entre mis brazos, y esa sensación de estar en una nube cuando ella me recoge en los suyos.
Gracias por este mes, y espero que sean millones los que nos esperen de ahora en adelante.
Ish Liebe Dish Meine Königin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario